Existe una confusión significativa en torno al hacktivismo, el ciberespionaje, el ciberterrorismo, la guerra cibernética, la guerra de información, la desinformación y el fraude electoral. Estos términos han sido utilizados por los medios de comunicación, políticos, académicos y profesionales a menudo de manera intercambiable. El uso indebido de estos términos ha dado lugar a violaciones del Estado de derecho y de los derechos humanos contra quienes se considera que participan en estas actividades.