Este módulo es un recurso para los catedráticos

 

Ejercicios y estudios de caso

 

Encuesta previa a la clase

Responde las siguientes preguntas:

  1. Desde tu punto de vista y tus experiencias, ¿qué es el género?
  2. ¿En qué se diferencia del sexo?
  3. Brinda al menos un ejemplo de cómo se representa el género y la delincuencia en los discursos mediáticos, políticos, sociales o de la aplicación de la ley de tu país. ¿Qué géneros están representados y cómo?
  4. ¿Crees que el estilo de liderazgo y la imposición de las mujeres difieren del estilo de los hombres? Si es así, ¿cómo?
  5. ¿Cuáles son los roles de las mujeres en la delincuencia y la delincuencia organizada en particular? ¿Qué elementos determinan estos roles?
 

Actividades en clase: para romper el hielo

El ejercicio de la caminata de poder

Para ayudar a los estudiantes a comprender la idea del privilegio (de género), y para que sean conscientes de su propio privilegio, los docentes pueden pedirles que hagan una «caminata privilegiada» como se muestra en este corto video de cuatro minutos. Para evitar incomodar y avergonzar a los estudiantes, se recomienda utilizar el método de juego de roles y asignarles identidades falsas (por ejemplo, un abogado, una oficial de policía). En internet se pueden encontrar varios ejemplos de declaraciones para el ejercicio (consulte, p. ej., aquí, aquí y aquí). El Centro de Capacitación de ONU Mujeres, en su Compendio de Buenas Prácticas de Capacitación para la Igualdad de Género (pág. 64), denomina a este ejercicio el «Patriarcado y la caminata de poder», y ofrece la siguiente guía:

  • Cada estudiante «se pone en los zapatos» de otra persona, por ejemplo, una madre soltera, un ciego, entre otros
  • Las declaraciones se leen en voz alta. Si este aplica a ellos, dan un paso adelante. Si no, no se mueven
  • Al final, los participantes pueden observar visualmente qué tanto poder, acceso a los recursos y oportunidades tienen algunos individuos de la sociedad en comparación con otros
  • A partir de esto, discuten cómo el poder y el privilegio se relaciona con el género, la posición socioeconómica, la etnia y otras cuestiones transversales de las personas. Luego, discuten la «paradoja patriarcal», es decir, cómo los hombres también se ven desfavorecidos por el sistema patriarcal

Algunas de las declaraciones que la ONU Mujeres sugiere para este ejercicio son:

  • Tengo acceso a los periódicos y los puedo leer con regularidad
  • Como al menos dos comidas nutritivas al día
  • Tendría un representante legal si soy arrestada
  • Me sentiría segura si tuviera que hablar directamente con un magistrado o un funcionario judicial
  • No me encuentro en peligro de acoso o abuso sexual
  • Tengo un ingreso regular o medios para mantenerme
  • Puedo hablar en reuniones de mi familia extendida
  • No me tratarían con violencia o brusquedad si soy arrestada
  • Puedo pagar y acceder a una atención médica adecuada
  • Puedo cuestionar el gasto de los fondos comunitarios
  • Puedo mencionar algunas de las leyes del país
  • Se informaría a alguien inmediatamente si soy arrestada
  • Me queda dinero al final de la semana que puedo gastar en mí misma
  • Puedo viajar a cualquier lugar que quiera sin ayuda ni permiso
  • No me siento amenazada en mi lugar de trabajo por ninguna cuestión de identidad
  • No me siento socialmente incómoda en la mayoría de las situaciones para expresar mis opiniones
  • Puedo hacer lo que quiera en mi casa sin miedo

Las identidades que la ONU Mujeres sugiere incluyen: un abogado de una empresa privada, un niño de diez años de la calle, una abuela que cuida a huérfanos, una madre soltera desempleada, un comerciante, una oficial de policía, un anciano ciego, un profesor de escuela, una miembro del parlamento, una minoría étnica migrante, un trabajador de fábrica alfabetizado, entre otros. La ONU Mujeres utilizó estas identidades y declaraciones sugeridas en su Curso de Incorporación de una Perspectiva de Género, Bangkok, octubre de 2017.

Lineamientos para el docente

Si es difícil realizar esta actividad debido a la falta de tiempo y espacio, los docentes pueden mostrar el video a los estudiantes. La versión de Singapur del video se encuentra disponible aquí. Tenga en cuenta que este ejercicio conducirá a una discusión que va más allá del género.

 

Ejercicios en clase y estudios de caso

Drunktown's Finest

na película del cineasta indígena Sidney Freeland, una mujer navaja transgénero, explora las vidas de tres jóvenes que intentan abandonar Gallup, una ciudad de la reserva Navajo (un territorio establecido por el Gobierno estadounidense para los pueblos indígenas). Freeland ha declarado que el título de la película proviene de un reportaje de los medios de comunicación estadounidenses que se refería a Gallup, su ciudad natal, como «una ciudad de borrachos», y de su consiguiente deseo de contar una historia desde la perspectiva de los mismos indígenas.

La película cuenta la vida de Sick Boy, Felixia y Nozhoni, mientras buscan darle sentido a sus vidas dentro y fuera de Gallup. Aunque muchos jóvenes indígenas optan por mudarse de la reserva a las grandes ciudades, su capacidad para conseguir opciones viables puede seguir siendo limitada debido a factores como la discriminación, la falta de formación o educación profesional, o la percepción que se tiene de ellos como personas sin educación, violentas, alcohólicas, etc. Las percepciones racistas de los indígenas, junto con las nociones relacionadas al género, limitan aún más los caminos de los jóvenes, lo que lleva a algunos a participar en actividades propensas al peligro o ilícitas que también pueden ser penalizadas, como el tráfico de drogas o el trabajo sexual. Las investigaciones empíricas sobre el género y la raza han demostrado que, en Estados Unidos, es más probable que se perciba y califique a los hombres y a las mujeres que no son blancos como delincuentes. Este estigma aumenta no solo por las opciones laborales que toman, sino también por su etnia su género. Un enfoque que reconozca la manera en que las percepciones relacionadas con el género se combinan con la raza y la clase y crean barreras que limitan la aceptación y la integración de grupos específicos de personas (un concepto denominado interseccionalidad) es primordial cuando se habla de la delincuencia, y sobre todo cuando se discute la administración de la justicia. Por ejemplo, en Estados Unidos, se encarcela a un número desproporcionado de minorías étnicas, lo que significa que el número de personas que no son de origen blanco en detención excede el número de personas blancas, que representan la mayor parte de la sociedad. La interseccionalidad nos ayuda a ver cómo los distintos sistemas (raza, clase, género) se relacionan, lo que crea la desigualdad.

Preguntas para debatir

a) En Drunktown’s Finest, Felixia es una mujer navaja transgénero que depende del trabajo sexual para mantenerse. ¿Cómo afecta el entendimiento acerca del género y el sexo la capacidad de Felixia para participar en actividades sociales y ser reconocida como una mujer?

b) Mira este corto video y reflexiona sobre estas preguntas: ¿Cómo afronta Felixia los temas relacionados al género? ¿Cómo se evalúa ese desempeño y quién lo hace?

c) Utilizando una perspectiva interseccional, ¿de dónde provienen los desafíos que enfrenta Felixia?

Adaptado de: IMDB (2014). Drunktown's Finest; Variety (2014). Sundance Film Review: 'Drunktown's Finests'. 29 de enero de 2014; Vogue (2015). Why You Should See Drunktown's Finest This Weekend . de febrero de 19, 2015.
 

Ejercicios en clase: ¿A quién se representa en las investigaciones acerca de la delincuencia organizada y cómo?

Escoja una serie de recursos (libros, artículos, películas, entre otros) sobre el tema de la delincuencia organizada que normalmente utiliza o utilizaría en el salón de clases. Forme grupos de estudiantes y pídales que discutan sobre las siguientes preguntas (este también es un ejercicio útil para evaluar sus propios materiales y para que los estudiantes se ayuden mutuamente a identificar los materiales que rechazan o apoyan las perspectivas sesgadas o desinformadas y, al mismo tiempo, para asegurar que no continúe la desigualdad de género).

Preguntas para debatir:

a) ¿Cuál es el tema del libro/artículo/película/etc.? ¿En qué se enfoca? ¿Representa o discute un género específico? ¿Los estudiantes pueden relacionarse con el material a partir de sus experiencias, intereses e identidades?

b) ¿Quién(es) es/son el/los autor(es)? ¿Cómo él/ella/ellos se relaciona(n) con el tema y por qué? (En esta sección, también sería importante incluir a los investigadores y los autores de su propio país y que escriban en su idioma o en el de sus estudiantes).

c) ¿Qué tipo de experiencias están representadas y cómo? ¿Es posible que los estudiantes se identifiquen con ellas? ¿Cómo se representan los géneros en estas experiencias? ¿Existen estereotipos sobre las experiencias de las personas representadas?

d) ¿Tiene recursos de investigadores extranjeros y locales? ¿Cómo se representan las actividades delictivas y quiénes lo hacen?

e) ¿Juega un género específico un papel de menor importancia o está completamente ausente? ¿Se explica la ausencia? ¿El idioma implica limitaciones o expectativas de género? (Por ejemplo, en español, se suelen utilizar los sustantivos de género masculino para referirse a hombres y mujeres). Algunos idiomas tienen un artículo o un pronombre «neutro», por ejemplo. ¿Estos se utilizan para reducir el uso de términos que hacen invisibles a grupos específicos de personas?

e) Si identifica materiales problemáticos, ¿cómo podría arreglarlos? ¿Qué soluciones sugieren los miembros de su grupo?

Actividad adaptada de: Rutgers Center for American Women and Politics. Gender Lens. New Jersey: Rutgers University; Vicerectorado de Empleo y Acción Social de la Universidad Politécnica de Valencia (2013). Buenas Prácticas para una Comunicación no Sexista. Valencia: Universidad Politécnica de Valencia; Consejo Nacional de la Cultura y las Artes del Gobierno de Chile (2016). Guía del Lenguaje Inclusivo de Género. Santiago: Consejo Nacional de la Cultural y las Artes.
 

¿Por qué cada vez hay más mujeres y niñas maoríes en prisión en Nueva Zelanda?

La Dra. Tracey McIntosh es una profesora asociada de Sociología en la Universidad de Auckland. Como mujer maorí, ha investigado la experiencia de niñas y mujeres maoríes en prisión. Ha realizado una extensa investigación sobre el encarcelamiento de prisioneros y prisioneras (especialmente de los pueblos indígenas) y la influencia del colonialismo en el bienestar social y el sistema de justicia penal en relación a hombres y mujeres maoríes, sobre todo en aquellos que se encuentran en prisión.

«Los británicos anexaron Aotearoa/Nueva Zelanda en 1840. Durante este proceso, los maorí, como pueblo indígena de ese país, perdieron su soberanía por la imposición y aplicación de nuevas políticas, incluyendo las leyes y los códigos legales y sociales desconocidos que trajeron los británicos», McIntosh dice. «A lo largo de la historia, las políticas públicas abusivas han influenciado y construido el camino de vida de los miembros de las pandillas maorí, una población hundida cultural y socialmente».

En Indigenous Insider Knowledge and Prison Identity, McIntosh explica cómo si el encarcelamiento fuera un simple problema de los maorí «uno esperaría ver prisioneros maoríes que vienen de todas las categorías socioeconómicas y que reflejan la gran población maorí. Sin embargo, la población carcelaria de maoríes proviene abrumadoramente de comunidades que viven en condiciones de escasez y carencias (...). La atención se debería centrar en ver si la proporción de maoríes jóvenes, hombres, solteros, desempleados, sin educación, en viviendas precarias, se refleja en las estadísticas de arresto. Se sabe que las tasas de delitos registrados y, por lo tanto, de encarcelamiento, dependen de una serie de factores de desarrollo social, que a menudo se ignoran». Además, la experiencia maorí en prisión es de género, y aunque las estadísticas sobre las mujeres son escasas, «para comprender a cabalidad los aspectos intergeneracionales de la vida en prisión en Nueva Zelanda es fundamental comprender de igual manera las experiencias de las mujeres maoríes».

Preguntas para debatir:

  • ¿Por qué hay más mujeres y niñas maoríes en prisión en Nueva Zelanda?
  • ¿Qué se necesita en relación a las necesidades sociales de los jóvenes neozelandeses como mecanismo para reducir la población carcelaria?
Consulte: McIntosh, Tracey and Stan Coster (2017) "Indigenous Insider Knowledge and Prison Identity." Counterfutures, 3 (68-98). Aotearoa; Radia New Zealand (RNZ) (2015). Why more NZ women, particularly Maori are being jailed. RNZ, de abril de 2015.
 

Estudios de caso

Representación de la masculinidad: Pandillas callejeras indígenas

Se sabe que la colonización ha limitado la participación de los pueblos indígenas en muchas ciudades occidentales, lo que ha forzado a algunos indígenas varones a buscar caminos para obtener poder, respeto y capital económico para sobrevivir. Robert Henry es un indígena métis de Prince Albert, Canadá, y es un profesor auxiliar de la Universidad de Calgary. Henry sostiene que las historias sociopolíticas y las ideologías que la colonización ha formado han llevado a la creación y la proliferación de las pandillas callejeras indígenas en la ciudad.

El trabajo de Henry analiza las historias de antiguos miembros varones de las pandillas callejeras indígenas en Canadá. Ha estudiado las relaciones de los hombres con sus padres, hermanos, familia, amigos e instituciones sociales con el fin de comprender mejor sus conexiones con las pandillas callejeras. Henry ha identificado cómo las pandillas callejeras representan la noción del «hombre» ideal, es decir, fuerte, independiente, indolente y poderoso. Sin embargo, un análisis de las historias de los hombres y las fotografías que se tomaron de sí mismos y de sus contextos revelan que la violencia y el trauma han tenido un gran impacto en las nociones de masculinidad de los miembros de las pandillas. Fue a través de experiencias violentas y traumáticas que los hombres crearon un tipo de «máscara» que los ayuda a tener comportamientos muy violentos y, al mismo tiempo, los protege de una mayor victimización.

¿Por qué debemos enfocarnos en los hombres cuando hablamos de género? Pocos recursos políticos o académicos se dedican a las cuestiones de los indígenas varones, aun cuando la imposición de los roles y las identidades de los delincuentes también tienen un impacto (aunque de manera diferente) en ellos. Más investigadores nativos están desarrollando trabajos que se enfocan en los actuales efectos negativos del colonialismo en las mujeres, los niños y los hombres de las comunidades indígenas y exploran cómo la representación de masculinidades positivas y saludables puede restablecer el equilibrio.

Preguntas para debatir

  • ¿Cuáles son las implicaciones de la representación del género para los jóvenes nativos?
  • ¿Por qué las opiniones de los nativos son importantes en la discusión sobre la delincuencia?
  • ¿Cuáles son los desafíos que enfrentan los jóvenes nativos?
Adaptado de: Innes, Alexander and Kim Anderson, (eds.) "Indigenous men and masculinities: legacies, identities, regeneration". University of Toronto Quarterly, 83(3) 2017. 242-244.
 

Adolescentes mafiosos en Nápoles

Roberto Saviano es un periodista italiano, autor de libros y experto en delincuencia organizada, que ha vivido bajo protección por años debido a las amenazas que recibió de la mafia. Mejor conocido por su libro más vendido a nivel internacional Gomorra (al igual que por la película y la serie de televisión que se basa en él), recientemente (2016) publicó un libro donde describe un nuevo tipo de bandas, las Pirañas, grupos de adolescentes que dividen su tiempo entre las redes sociales y el patrullaje de las calles portando pistolas y AK-47, aterrorizando a los lugareños para hacerles saber que ellos hablan en serio. Un fenómeno de la vida real, las Pirañas no es una «pandilla de bebés», sino una empresa real de jóvenes delincuentes que no surgieron de la Camorra, el grupo delictivo organizado dominante de Nápoles. Muchos de ellos son adolescentes despiadados que buscan estatus y reconocimiento en una vida de delincuencia.

Pirañas (traducidas libremente del italiano «La Paranza dei Bambini», literalmente «El barco pesquero de niños», que hace referencia a los pequeños peces que son atraídos por la luz brillante de las redes nocturnas destinadas en realidad a los peces más grandes) cuenta la historia de una banda dirigida por un inteligente estudiante de secundaria, pero de corazón frío, Nicolas Fiorillo. Hijo de padres de clase media, Nicola está obsesionado por las manifestaciones de riqueza y lujo, y centra toda su atención de adolescente en unirse a las filas de los privilegiados que pueden beber champán en sofás lujosos y bailar toda la noche en las terrazas con vista al mar de restaurantes caros. Sumergido en la mitología de la Camorra, lo que Nicolas más quiere es poder sobre los demás. En la única escena del libro donde Nicola se encuentra en el colegio, el chico impresiona a su profesor con una lectura de la famosa afirmación de Maquiavelo donde dice que un príncipe debería tener como objetivo inspirar miedo, en vez de amor. En poco tiempo, convierte a sus amigos en una banda de traficantes y mafiosos. Planea su ascenso al estatus de padrino y ejecuta sus planes por medio de la intimidación, los robos, los disparos al azar realizados en motos en movimiento y las ejecuciones a sangre fría. La novela se llevó a la pantalla grande en la película homónima que ganó el Oso de Plata al mejor guion en la 69.a Berlinale (Festival de Cine de Berlín)..

Preguntas para debatir

  • ¿El género juega un papel en la decisión de estos adolescentes de convertirse en delincuentes?
  • ¿Cómo contribuye la «masculinidad tóxica» a definir ese tipo de comportamiento violento? ¿Qué otros factores se deberían considerar para explicar su decisión?
Adaptado de: Parks, Tim (2018). The Piranhas by Roberto Saviano review - teenage mafiosi in Naples. The Guardian, 28 de setiembre de 2018; and Fisher, Ian (2018). In 'The Piranhas,' the Chronicler of Italy's Mobsters Tries His Hand at Fiction. For a Change? The New York Times, 30 de agosto de 2018.
 

¿Quiénes son los traficantes de drogas de Kazajistán?

El siguiente párrafo, escrito por Martha Olcott y Natalia Udalova, describe el panorama del tráfico de drogas en Kazajistán:

«El perfil de un típico traficante de drogas también ha cambiado, lo cual ha exacerbado aún más el trabajo de las fuerzas del orden. La mayoría de los involucrados en la operación no tienen condenas previas. Las mujeres estás desempeñando un rol más importante en el negocio. Desde 1996, su participación ha aumentado de un 3 % a un 12,2 % en Kazajistán; las mujeres representaban el 35 % de los condenados por delitos relacionados a las drogas en 1998 en Tayikistán y el 12,4 % en Kirguistán. Las mujeres normalmente aceptan una paga más baja por sus servicios de mensajería. En caso de que las arresten, es menos probable que den los nombres de sus proveedores debido al deseo más fuerte de proteger a sus familias, y es más probable que obtengan una sentencia más corta debido a la indulgencia general de los tribunales hacia las mujeres, en particular hacia aquellas que tienen hijos».

Preguntas para debatir

  • ¿Cuáles son las razones más comunes por las que se condena a las mujeres en su país?
  • ¿Cuáles son sus cifras y cómo se comparan con las de los hombres?
  • ¿Cómo usaría un marco interseccional para explicar sus contextos?
Consulte: Olcott, Martha and Natalia Udalova. Drug trafficking on the Great Silk Road: the security environment in Central Asia. Working paper. Carnegie Endowment, 2000.
 

Estudio de caso Trata de blancas, el origen del movimiento contra la trata

«La base de la legislación moderna contra la trata de personas en Inglaterra se creó entre 1885 y 1912 a través de una serie de intervenciones legales. El discurso dominante sobre la trata de blancas a finales del siglo XIX se construyó en gran medida en torno a la yuxtaposición de peligrosos hombres extranjeros [contra] inocentes mujeres blancas. Las historias jugaban con los detalles de la inocencia y la ruina de la víctima, junto con la demonización de los hombres extranjeros. La ansiedad por la raza, la nacionalidad y la inmigración fue la base del debate sobre la trata de personas. De hecho, el término racialmente neutral «trata» solo reemplazó a «trata de blancas» en el derecho internacional en 1921, en la Convención Internacional para la Represión de la Trata de Mujeres y Niños de la Sociedad de las Naciones.

En Inglaterra, las campañas contra la trata de blancas terminaron cuando en 1985 decenas de miles de personas exigieron que se prohibiera la trata de blancas y se elevara la edad de consentimiento de las niñas. La primera medida adoptada fue la Ley de Enmienda del Código Penal (CLAA), que fue importante porque creó una definición específica de una niña víctima de la trata: la prostituta involuntaria. Se clasificó como un delito el hecho de procurar que «cualquier niña o mujer menor de 21 años, que no sea una prostituta común o de carácter inmoral conocido, tenga una relación carnal ilegal». Al incluir las palabras «que no sea una prostituta común o de carácter inmoral conocido», la sección excluyó de la ley no solo a aquellas que trabajaban en la prostitución, sino también a cualquier mujer que se consideraba promiscua o no respetable. Por ello, si una mujer ya vivía en un prostíbulo, no se le podía clasificar como víctima de la trata, lo que reforzaba la división entre «prostitutas» y víctimas. Entonces, de varias maneras, la CLAA creó una distinción entre las jóvenes vírgenes blancas virtuosas que personificaban la pureza social y la «prostituta común e inmoral».

Las asociaciones contra la trata de blancas realizaron campañas que resultaron en el Acuerdo para la Represión de la Trata de Blancas de 1904 y en el Convenio Internacional para la Represión de la Trata de Blancas en 1910. Estos acuerdos incluían medidas para combatir la adquisición y la trata, pero se enfocaban fuertemente en el control fronterizo. Permitieron a las organizaciones de caridad, como la Oficina Internacional, ser responsables de la aplicación de controles fronterizos y de establecer patrullas portuarias. La Oficina Internacional tenía comités nacionales responsables de las operaciones de control portuario en todo el mundo que vigilaban las estaciones de trenes y los puertos, donde recibían a chicas sospechosas de ser víctimas de la trata de blancas o, de hecho, prostitutas extranjeras, y luego informaban sobre sus progresos. Los comités nacionales [también] brindaban fondos y realizaron campañas para la repatriación de prostitutas extranjeras. Estas leyes nacionales, junto con los acuerdos internacionales de trata de blancas, crearon complejas facultades de vigilancia y repatriación de mujeres extranjeras sospechosas de prostitución».

Preguntas para debatir:

  • ¿Cómo se define a una víctima de la trata?
  • ¿A quién se consideraba como una víctima de la trata? ¿Quiénes eran los que merecían y se ganaban la protección en este contexto?
Adaptado de: Laura Lammasniemi (2017).

Madres latinas asociadas a las pandillas en Estados Unidos

El interés público por la violencia contra la mujer ha aumentado en todo el mundo. Estados Unidos es uno de los varios países que ha gastado grandes recursos financieros en este crítico problema social que las criminólogas feministas han llamado «guerra contra las niñas». Sin embargo, son escasos los estudios sobre la violencia que experimentan las latinas (es decir, las mujeres en Estados Unidos que pueden rastrear su origen a países de toda América Latina) y más específicamente, las madres latinas que participan en pandillas.

Las pandillas (posiblemente un tipo de grupo delictivo organizado) y la violencia son el objeto de polémicos debates en Estados Unidos. Sin embargo, se basan en una gran cantidad de información especulativa, a pesar de que los sociólogos y los criminólogos han estado investigando estos grupos por casi un siglo. Existen trabajos sobre la clasificación y la marginalización de los miembros de pandillas, la manera de reducir la violencia internacional de las pandillas y la forma de elaborar un control exhaustivo de estas. En conjunto, estas investigaciones han influido en el desarrollo de intervenciones, leyes y políticas que buscan terminar con las pandillas y sus actividades, al igual que con la violencia. No obstante, la mayoría de las investigaciones estadounidenses sobre las pandillas se han centrado en los hombres, a pesar de que la información nacional demuestra que las mujeres constituyen casi un tercio de los miembros de las pandillas conocidas. Además, algunas investigaciones sobre las miembros mujeres de las pandillas se centran mucho en la violencia física y sexual cometida por sus parejas u otros miembros de las pandillas.

La investigación de Katherine Maldonado, una estudiante latina de doctorado del sur-central de Los Ángeles (una comunidad históricamente identificada como la que tiene una de las mayores cantidades de pandillas en Estados Unidos) sostiene que el enfoque de la violencia interpersonal en el estudio de las pandillas limita nuestro entendimiento de sus actividades. Además, Maldonado demuestra que la violencia no está limitada por el periodo de participación en las pandillas. Por el contrario, sigue a las mujeres que participan en las pandillas a lo largo de sus vidas: «la violencia estructural e institucional crea un contexto de violencia que no se puede reducir a los individuos violentos [sino que es] parte del orden social más amplio, la desigualdad de género, la perpetuación de violencia, la impunidad y el debilitamiento de los derechos de las mujeres» (Menjivar y Walsh, 2017).

La violencia contra las latinas en el centro-sur de Los Ángeles también involucra interacciones directas e indirectas con los sistemas de justicia penal y de bienestar infantil, que crean formas de violencia estructural que determina la vida de las mujeres y la de sus familias. El trabajo de Maldonado, basado en las entrevistas de historias de vida realizadas a madres latinas asociadas a pandillas, explora el significado real de la afiliación a estas en el gran esquema de la vida de las mujeres con relación a la interacción de la participación en pandillas, la violencia, la maternidad y las relaciones legales y sociales, al igual que con las respuestas de las mujeres a la violencia estructural a través de formas estratégicas de resistencia.

Adaptado de: Menjívar, Cecilia, and Shannon Drysdale Walsh (2017). "The architecture of femicide: the state, inequalities, and everyday gender violence in Honduras." Latin American research review 52, no. 2; Maldonado, Katherine (forthcoming). Gang-affiliated Latina mothers resisting violence. Crime and Delinquency.
 

«Tricked and Trapped: Human Trafficking in the Middle East» (Engañados y atrapados: trata de personas en Oriente Medio

El informe «Tricked and Trapped: Human Trafficking in the Middle East» realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se basó en más de 650 entrevistas realizadas en un periodo de dos años en Jordania, Líbano, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos (EAU) sobre cómo los trabajadores son «engañados y atrapados» en el trabajo forzoso y la explotación sexual, y las restricciones que les impiden abandonar esos países. El informe señala los déficits en el alcance de la legislación laboral que «refuerza las vulnerabilidades subyacentes de los trabajadores migrantes» al igual que los importantes vacíos de la legislación nacional que «restringen la capacidad de los trabajadores migrantes para organizarse, rescindir sus contractos de empleo y cambiar de empleador». Los autores señalan que la falta de procedimientos de inspección mantiene el «aislamiento de los trabajadores domésticos en las casas particulares» y aumenta su vulnerabilidad a la explotación, mientras que en los sectores que dominan los hombres, tales como la construcción, la manufactura, la navegación y la agricultura, habitualmente se engaña a los trabajadores con respecto a las condiciones de vida y de trabajo, el tipo de trabajo que deben realizar o incluso la existencia de un trabajo en absoluto.

El Oriente Medio aloja a millones de trabajadores migrantes, que en algunos casos exceden considerablemente el número de trabajadores nacionales. Por ejemplo, en Qatar, el 94 % de los trabajadores son migrantes, mientras que, en Arabia Saudita, esa cifra es mayor al 50 %, según la OIT. Mientras tanto, en Jordania y Líbano, los migrantes también conforman una parte importante de la fuerza laboral, en particular, en los sectores de la construcción y el trabajo doméstico. Esas industrias son particularmente susceptibles al abuso debido al sistema kafala o de patrocinio: la mayoría de los trabajadores migrantes necesitan ser patrocinados por sus empleadores en el país para tener una visa y una condición legal, un sistema que la OIT denomina «intrínsecamente problemático» porque conecta a un trabajador con un único empleador que prácticamente controla su capacidad de obtener un empleo, lo que crea una dinámica de poder desigual entre el empleador y el trabajador (en este caso específico, todos los empleados en la construcción eran hombres).

«La migración laboral en esta parte del mundo es única en términos de su escala y su crecimiento exponencial en los últimos años», dijo Beate Andrees, jefa del Programa Especial de Acción para Combatir el Trabajo Forzoso de la OIT, al inicio de una conferencia de dos días sobre el tema en Amman, Jordania. «El desafío consiste en cómo implementar salvaguardias tanto en los países de origen como en los de destino para prevenir la explotación y el abuso de estos trabajadores», dijo la Sra. Andrees a los más de 100 participantes de doce países árabes.

Consulte: UN News: Migrant workers in the Middle East often exploited, UN reports at human trafficking conference. 9 de abril de 2013.

See: UN News. Migrant workers in the Middle East often exploited, UN reports at human trafficking conference. 9 de abril de 2013. ; and Nasri, Alix and Helene Harroff-Tavel. Tricked and Trapped: Human Trafficking in the Middle East. International Labour Organization, 9 de abril de 2013.
 

Las mujeres nigerianas y el juju

Sine Plambech, una investigadora danesa que ha trabajado extensamente con mujeres nigerianas que son parte del comercio sexual europeo, ha escrito mucho sobre el juju. El trabajo de Plambech ha demostrado que, aunque que el juju es un «término popular para varias formas de medicina “tradicional” y magia negra» (197), se ha centrado mucho la atención en su rol coactivo y esclavizante (EASO 2015). Esto es problemático porque con frecuencia se basa en historias sensacionalistas y en un enfoque victimista, donde las mujeres (más específicamente, las nigerianas) aparecen privadas de cualquier poder de decisión o de voluntad propia. Un enfoque como este puede ignorar situaciones donde las mujeres eligen participar del trabajo sexual o no logra identificar las razones por las que las mujeres finalmente deciden abandonar Nigeria (demandas familiares, violencia cometida por su pareja, su propio deseo de viajar, estudiar, trabajar, entre otros). En la mayor parte de Europa, las historias sobre [términos como] «vudú», «trata de esclavos» y «delincuencia organizada» llaman la atención del público, ya que [suelen] recrear clichés occidentales sobre las mujeres africanas, donde se les muestra como primitivas o propensas a creer en la brujería, en lugar de presentar un conocimiento matizado acerca de las decisiones de las mujeres de emigrar o los niveles de comprensión que tienen de sus viajes.

Una de las entrevistadas de Plambech, Becky, sabía, antes de salir de Nigeria, que tendría que trabajar en el comercio sexual para pagar su viaje a Europa. En un momento dado, ayudó a la mujer que la reclutó a reclutar otras mujeres. En toda ocasión, Becky les decía a las mujeres que reclutaba cuál sería su trabajo una vez que llegaran a Europa; no había ningún tipo de amenaza o coacción. Un informe sobre la trata de personas con fines de explotación sexual de la EASO sostiene que: «Puede que las víctimas no siempre experimenten el juju (...) como una herramienta de intimidación y control. Más bien es una forma «secundaria» de coerción, que la han experimentado aquellos que ya han participado en situaciones de trata. Solo se convierte en una amenaza cuando la mujer se encuentra en una situación de explotación» (2015: 200). Además, Plambech nos recuerda que no todas las mujeres utilizan el término cuando describen sus experiencias en el comercio sexual, ni consideran que se encuentran bajo un hechizo o una maldición. A menudo las expectativas familiares, las demandas financieras para pagar el tráfico o los gastos de viaje de otros amigos y familiares, así como el deseo personal de mejorar la vida de uno mismo, pueden llevar a los migrantes a dedicarse al trabajo sexual para ir a otro país. En otras palabras, las afirmaciones de que la delincuencia organizada depende del juju para derribar o romper el espíritu de las mujeres no logran identificar las dinámicas más amplias de la migración de las mujeres, y finalmente pueden reforzar los estereotipos sobre las nigerianas, en vez de alcanzar un conocimiento detallado de sus experiencias.

Adaptado de: Finish Immigration Service (2015). EASO Country of Origin Information Report. Nigeria Sex Trafficking on Women. Brussels: EASO.
 

El lugar que merecen las mujeres cocaleras

Múltiples investigadores han argumentado que las respuestas de la política de drogas de la nación al aumento del cultivo de coca en Colombia han implicado enfoques y consecuencias problemáticas. El trabajo de DeJusticia ha identificado cómo el número de colombianos de origen campesino en prisión es desproporcionado, en medio del crecimiento de los esfuerzos de erradicación forzosa de los cultivos.

La literatura ha resaltado la relación cercana entre la política de drogas y la desigualdad, la pobreza y la violencia (consulte, p. ej., Equality Trust, 2007; O’Gorman, 2016); sin embargo, aún no existe una investigación profunda sobre los impactos de género de estas cuestiones. DeJusticia ha trabajado por varios años examinando las maneras en que la política de drogas ha afectado a las mujeres. En particular, se ha centrado en documentar las experiencias de las mujeres que cultivan coca en la región de Putumayo.

Utilizando perspectivas interseccionales, el trabajo de DeJusticia analiza las implicaciones de la vida rural, el género, el conflicto armado y la ilegalidad en las vidas de las mujeres que cultivan coca en la región de Putumayo. Aquí se han estudiado por décadas las maneras en que convergen la colonización tardía, los actores armados no estatales, la violencia, la pobreza y la presencia precaria del Estado. Sin embargo, los roles de las mujeres que cultivan plantas de coca, conocidas localmente como «cocaleras», no han sido parte de las iniciativas de investigación. Ignorar las perspectivas de las mujeres oculta experiencias que son fundamentales para comprender cómo la desigualdad social y la pobreza operan a través de políticas como la «guerra contra las drogas» y afectan a las mujeres.

Las mujeres campesinas participan en la economía de la coca como trabajadoras agrícolas que se encargan de cuidar y alimentar las plantas, cosechar, procesar y comercializar la hoja de coca y sus derivados. Durante toda su vida, las mujeres desempeñan estos roles en distintos momentos y circunstancias, dependiendo de la necesidad económica. Los investigadores de DeJusticia se basaron en un método de investigación participativa conocido como cartografía social. A través de este, las cocaleras trabajan en grupos dibujando mapas de su región. Mapearon sus rutinas diarias, sus espacios de reunión comunitarios, su relación con las plantas de coca, sus dinámicas familiares, su definición de Estado y su relación con los actores armados, tanto legales como ilegales. Los mapas junto con las conversaciones grupales que resultaron de los dibujos revelaron los contextos de violencia, pobreza, desigualdad y abandono del Estado que enfrentan las mujeres y sus familias. Del mismo modo, se reconoció en gran medida cómo la cosecha de coca ha traído oportunidades de movilidad social a las mujeres y ha promovido la solidaridad colectiva para que las comunidades construyan sus propios territorios.

Las trayectorias de vida de las cocaleras se han desarrollado en unidades familiares donde el peso del cuidado del hogar recae sobre ellas. Al mismo tiempo, participan activamente en el trabajo productivo de la granja. Educadas para ser cuidadoras, rápidamente se convierten también en proveedoras de sus familias. Asimismo, las cocaleras participan activamente en las organizaciones sociales de la región, ya sea como líderes o como activistas.

Adaptado de:
 

La carrera de una mujer que lucha contra el tráfico de vida silvestre

Lea este artículo publicado en el sitio web de African Wildlife Foundation. Explique el rol de las mujeres en la lucha contra el tráfico de vida silvestre. ¿Cómo se describen los roles de las mujeres? ¿Cuáles son las características y el lenguaje que se utilizan para definir los roles de las mujeres en esta forma específica de tráfico y por qué las mujeres son relevantes para la forma en que se describe o se representa la práctica? ¿Qué suposiciones sobre las mujeres se reproducen? ¿Cuál sería una solución práctica para el lenguaje y las prácticas sobre el género en la lucha contra el tráfico de vida silvestre?

Fuente: Hannah Wilber (2017). One Woman's Career Fighting Wildlife Crime. African Wildlife Foundation. 21 de marzo de 2017.
 
Siguiente: Estructura de clase recomendada
Volver al inicio