Este módulo es un recurso para los catedráticos

Métodos alternativos para medir la delincuencia organizada

Han surgido métodos alternativos para medir la delincuencia organizada debido a las dificultades de medición mencionadas anteriormente. Una estrategia inadecuada para medir la delincuencia organizada solo se basaría en las estadísticas de la Policía (como las detenciones), ya que estos datos pueden ser engañosos. Por ejemplo, las detenciones por apuestas ilegales, una actividad que se ha asociado con los grupos delictivos organizados en diferentes países, han disminuido desde hace décadas en muchas jurisdicciones, pero es probable que esto no se deba a los esfuerzos por reducir la delincuencia organizada. Al contrario, esto se debe al enorme crecimiento de los lugares de juegos de azar legales, desde las apuestas deportivas hasta los casinos.

Los mejores ejemplos son los esfuerzos para medir la delincuencia organizada que se centran en la naturaleza de los delitos específicos cometidos por los grupos delictivos organizados. Por ejemplo, el traslado de varios productos ilícitos desde su lugar de procedencia hacia otros destinos permite una evaluación.

Medición del tráfico de drogas

Por ejemplo, la UNODC publica anualmente un Informe Mundial sobre las Drogas para evaluar el tráfico de drogas ilícitas en todo el mundo. Muchas drogas fiscalizadas, como la heroína y la cocaína, son de origen vegetal, por lo que empezar en su lugar de procedencia crea un camino para llegar hasta los mercados de destino final (UNODC, 2017).

Sin duda, el problema de la delincuencia organizada transnacional no es estático. Para seguir con el ejemplo del tráfico de drogas, aparecen nuevas drogas que son sintéticas (no de origen vegetal), hay cambios en la actividad de los organismos encargados del cumplimiento de la ley y la naturaleza de los mercados de drogas no es constante ni universal. Estas circunstancias hacen que las mediciones existentes sean efímeras y requieran de un monitoreo constante de las tendencias y los patrones de la actividad delictiva.

Un enfoque alternativo en el caso de las drogas es centrarse en su producción. Los datos con los que se realizan las estimaciones internacionales de producción de drogas ilícitas se basan en diferentes fuentes. En primer lugar, los Estados miembro de las Naciones Unidas tienen la obligación de proporcionar información relacionada con las drogas, en virtud de los convenios internacionales de fiscalización de drogas. Además, se incluyen datos de los informes que realizan las organizaciones internacionales como la INTERPOL y la Organización Mundial de Aduanas (OMA). Las organizaciones regionales como la EUROPOL y la Organización de los Estados Americanos (OEA) proporcionan información, al igual que los organismos nacionales. Por ejemplo, la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado de los Estados Unidos realiza el Informe sobre la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos. Además, la UNODC ha desarrollado su propio Programa de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, que ha colaborado con algunos países a fin de desarrollar sistemas de monitoreo que identifiquen el alcance y las tendencias del cultivo de plantas narcóticas (UNODC, 2016). Estos sistemas de monitoreo incluyen imágenes satelitales, secuencias de fotos, estudios del terreno y entrevistas con traficantes detenidos.

La medición de estimulantes de tipo anfetamínico

La medición de estimulantes de tipo anfetamínico es aún más difícil de realizar que la medición de las drogas de origen vegetal. A diferencia de los otros tres grupos principales de drogas (cannabis, cocaína, opiáceos), este estimulante es sintético y está compuesto por químicos en vez de plantas. Las anfetaminas se pueden producir en casi cualquier lugar del mundo a un costo relativamente bajo. La fabricación de anfetaminas (incluido el éxtasis) se ha registrado en un tercio de los países del mundo y, aunque el tráfico de anfetaminas suela ocurrir dentro de regiones específicas, sus precursores químicos se trafican en muchos lugares, a menudo provenientes del uso legal (UNODC, 2010; UNODC, 2017).

Para conocer los datos y las tendencias recientes acerca de la producción y el tráfico de drogas, consulte el Módulo 3 y el último Informe Mundial sobre las Drogas.

Similares problemas plantea medir otros tipos de delincuencia organizada, como el delito ambiental, el tráfico de vida silvestre, el tráfico de productos médicos falsificados, productos falsificados y bienes culturales, la trata de personas, el tráfico ilícito de personas y el delito cibernético. Los esfuerzos por mejorar nuestro conocimiento y capacidad de aplicación de la ley son muy necesarios para detener y prevenir estos tipos de actividades delictivas, pero no necesariamente nos ayudan a determinar la verdadera magnitud de estas actividades delictivas organizadas.

A medida que mejora la capacidad de aplicación de la ley, esta se vuelve más eficaz en la detección de delitos organizados en todas sus formas y manifestaciones (UNODC, 2017). En consecuencia, se identifican más grupos delictivos y se interrumpen sus actividades delictivas. Por otro lado, aún es difícil saber si hay un cambio en los verdaderos niveles de delincuencia organizada o si simplemente hemos mejorado en detectarla.

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