El presente módulo ha demostrado que, tanto si se trata de regular la posesión de armas de fuego como de mantener registros adecuados sobre la transferencia de posesión o de asegurar la destrucción y desactivación adecuadas de las armas de fuego, los instrumentos mundiales y regionales destinados a prevenir y reducir la adquisición, la fabricación y el tráfico ilícitos son sólo el primer paso para lograr este objetivo. Muy pocos acuerdos internacionales o regionales, ya sean jurídicamente vinculantes o no, ofrecen las facultades de ejecución necesarias para obtener resultados a nivel internacional o mundial. Los Estados Miembros son responsables de transponer y hacer cumplir a través de la legislación nacional los compromisos asumidos a nivel mundial o regional. El siguiente paso es la forma en que los Estados desarrollan políticas, legislación y medidas nacionales que conduzcan a una acción eficaz, ya sea mediante la formación, la educación o las sanciones adecuadas. Algunos Estados tienen la capacidad y la voluntad de desarrollar estos mecanismos sin ayuda, pero otro aspecto vital es el desarrollo de mecanismos de asistencia a los Estados en relación con su marco de control de las armas de fuego.
La capacidad de crear regulaciones en esta área no existe de manera aislada. Este proceso forma parte de la cooperación bilateral, regional e internacional, llevada a cabo por los organismos nacionales pertinentes, y también busca el diálogo con los fabricantes, comerciantes, importadores, exportadores, intermediarios y transportistas comerciales de armas de fuego.
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