La UNODC es un líder mundial en la lucha contra las drogas ilícitas y la delincuencia internacional. Establecida en 1997 mediante la fusión del Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de Drogas y el Centro para la Prevención Internacional del Delito, la UNODC opera en todas las regiones del mundo a través de una amplia red de oficinas sobre el terreno. Depende de las contribuciones voluntarias, principalmente de los Gobiernos, para más del 90 % de su presupuesto.
La UNODC tiene la obligación de ayudar a los Estados Miembro en su lucha contra las drogas ilícitas, la delincuencia y el terrorismo. En la Declaración del Milenio, aprobada en septiembre de 2000, los Estados Miembro también decidieron intensificar los esfuerzos para luchar contra la delincuencia transnacional en todas sus dimensiones, redoblar los esfuerzos para cumplir el compromiso de combatir el problema mundial de las drogas y adoptar medidas concertadas contra el terrorismo internacional. En 2015, el compromiso de reducir los conflictos, la delincuencia y la violencia se convirtió en un elemento central de la Agenda para el Desarrollo Sostenible de 2030, en la que se reconoce explícitamente que «no puede haber desarrollo sostenible sin paz, ni paz sin desarrollo sostenible». En este contexto, la UNODC presta apoyo a los Estados Miembro para alcanzar las metas establecidas en los diversos Objetivos de Desarrollo Sostenible, como el Objetivo 5 sobre el logro de la igualdad de género, el Objetivo 11 centrado en hacer que las ciudades sean inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles, y el Objetivo 16 sobre la promoción de la paz, la justicia y las instituciones sólidas (UNODC, 2015; UNODC, 2020).
Los tres pilares del programa de trabajo de la UNODC son:
En la búsqueda de sus objetivos, la UNODC hace todo lo posible por integrar e incorporar la perspectiva de género, en particular en sus proyectos para la provisión de medios de vida alternativos, así como en los proyectos de lucha contra la trata de personas.
La UNODC actúa como el guardián de la Convención contra la Delincuencia Organizada. Ofrece tanto guías legislativas como tratados y leyes modelo para mayor orientación. Las guías legislativas exponen los requisitos básicos de la Convención contra la Delincuencia Organizada y ofrecen una serie de opciones y ejemplos que los encargados de redactar las leyes nacionales tal vez deseen tener en cuenta durante la aplicación de la Convención. Las leyes modelo de la UNODC se elaboran como instrumentos de asistencia técnica. También se elaboran para ayudar a los Gobiernos a traducir sus obligaciones en virtud de los tratados internacionales en disposiciones legislativas nacionales.