Las películas buscan entretener e informar a la audiencia sobre una historia, un incidente o una persona. Muchas películas buenas también abordan importantes temas de fondo relevantes para entender la delincuencia organizada. Lea los siguientes resúmenes de las películas (y vea las películas si aún no lo ha hecho) y responda las siguientes preguntas para establecer los vínculos con el tema de la delincuencia organizada. Recuerde que las películas suelen simplificar la realidad y pueden perpetuar los estereotipos.
Lea el resumen de la película presentado por IMDb, una base de datos en línea de información relacionada a películas, programas de televisión y videojuegos.
En la zona agrícola de Colombia, María Álvarez, de 17 años, trabaja sin futuro como desespinadora de rosas en una fábrica y vive en un apartamento pequeño con su abuela; su madre; Diana, su hermana soltera, y el hijito de Diana llamado Pacho. Cuando su jefe no le permite ir al baño, María discute con él y renuncia impulsivamente. En casa, su familia, que necesita el dinero que ella trae al hogar, insiste en que debe disculparse y volver al trabajo, el único disponible en la zona. Por otro lado, sus amigos la felicitan por la genial decisión que tomó.
En un baile en la plaza local, María y su amiga Blanca conocen a Franklin, un joven atractivo. En otra ocasión, María le dice a su pareja, Juan, que está embarazada y luego, adrede, provoca una discusión sobre si vivirán en la casa de la familia de ella o en la de él cuando él le propone matrimonio. Cuando le confiesa que no lo ama, termina su relación con él y le dice que quiere una vida mejor que la de su hermana.
Mientras María espera el bus para ir a la ciudad, donde iba a buscar un trabajo como empleada, se encuentra con Franklin, quien maneja una motocicleta. Él la lleva en su motocicleta y, en el camino, le ofrece presentarle a alguien que podría contratarla como «mula» para llevar drogas. Al principio María no está interesada porque había escuchado cuentos con moraleja sobre el encarcelamiento de los traficantes de heroína, pero acepta debido a la falta de opciones.
Franklin lleva a María a encontrarse con don Javier, un hombre de mediana edad y apariencia amable, quien le pregunta si tiene pareja, si tiene algún problema digestivo y si se asusta fácilmente. Satisfecho con sus respuestas, Javier le explica a María que el trabajo implica volar a Nueva York con el contrabando y entregarlo a sus colegas luego de pasar por aduanas en Estados Unidos. Le dice que por el trabajo le pagan entre 7 a 8 millones de pesos o aproximadamente $5 000. Para tentarla, Javier le da a María un fajo de billetes.
María, indecisa sobre si aceptar el trabajo de mula o no, visita a Lucy, quien ha viajado dos veces a Nueva York. Lucy le explica que esperaba reunirse con su hermana, Carla Aristizabel, quien emigró a Nueva York hace cuatro años. Las dos veces que Lucy fue a Nueva York, se sintió demasiado avergonzada debido a su trabajo como mula como para contactar a Carla. Lucy usa uvas grandes como reemplazo de los paquetes de heroína y le enseña a María cómo debe tragarlas enteras sin atorarse. Le dice que se espera que una mula trague sesenta o setenta cápsulas de látex con heroína en polvo y luego expulsarlas al llegar. Le advierte a María que debe asegurarse de que las capsulas estén bien envueltas porque, en el caso de que se rompan dentro del estómago, la persona moriría de una sobredosis de heroína.
Luego, María se entera de que Franklin le propuso lo mismo a Blanca, quien irrevocablemente accedió a hacer el viaje. Luego de decirle a su familia que ha aceptado un trabajo de oficina en la ciudad, María vuelve donde Javier, quien le da la medicina para retrasar su digestión, y después traga 62 capsulas de heroína con dificultad. Luego, Javier le da a María $800, con la promesa del pago completo luego de la entrega, un boleto de ida y vuelta a Nueva York y un pasaporte. Por último, Javier le advierte que su familia se verá perjudicada si no entrega siquiera una de las cápsulas. En el aeropuerto, María ve a Blanca, Lucy y a una cuarta mula. Durante el vuelo, Lucy empieza a sentirse mal y le da a María la dirección de la casa de Carla en Queens.
Poco después de aterrizar en Nueva York, la cuarta mula es arrestada y los suspicaces funcionarios de aduanas inspeccionan e interrogan a María. Aunque los funcionarios quieren hacerle una radiografía a su estómago, la ley se los prohíbe cuando descubren que está embarazada. Como no pueden demostrar que María es una traficante, los funcionarios la liberan. A la salida del aeropuerto, dos jóvenes matones las obligan a ella, Lucy y Blanca a entrar a un auto y las llevan a un cuarto de hotel en Nueva Jersey, donde les dan laxantes.
En las horas siguientes, las mujeres expulsan las cápsulas, llevan la cuenta cuidadosamente y las lavan. María y Blanca expulsan las cápsulas con éxito, pero Lucy se siente cada vez peor, pese a los intentos de María de ayudarla. Al despertar de una siesta, María ve a los hombres llevarse a Lucy cargada y luego encuentra sangre en la bañera. Al darse cuenta del riesgo en el que se encuentran, María despierta a Blanca y huyen con las cápsulas antes de que los hombres regresen.
A pesar de las complicaciones por su incapacidad de hablar inglés, toman un taxi a la dirección de Carla, pero no encuentran a nadie en casa. Blanca empieza a actuar de manera errática y se niega a entrar al edificio de apartamentos de Carla y, cuando el impaciente taxista las deja varadas, se va sola. Sin embargo, María espera, y cuando llega Carla, embarazada, con su esposo Pablo, permiten que María se quede temporalmente en su pequeño apartamento luego de que ella les explica que es amiga de Lucy y que se encuentra sola en la ciudad. Sin tener un lugar a donde ir, Blanca regresa y levanta sospechas sobre la historia de María.
Carla las lleva a que conozcan a don Fernando, un generoso expatriado colombiano que es conocido en la comunidad por ayudar a su gente. Blanca, para consternación de María, rechaza la ayuda de Fernando y, mientras juega nerviosamente con su bolso, de casualidad deja ver las cápsulas que se encontraban dentro. Fernando, al ver la heroína, les aconseja que devuelvan la droga antes que sus familias se vean perjudicadas. Afuera, Blanca y María discuten otra vez y se separan. Mientras explora el vecindario, María encuentra una clínica prenatal donde, durante un examen, le hacen una ecografía y escucha el latido de su bebé.
Antes de irse, acepta una cita para dentro de dos semanas, aunque, para ese momento, no espera estar en la ciudad. Luego vuelve a la oficina de Fernando, donde él le muestra la fotografía de una mujer que fue encontrada muerta con el estómago destripado. María identifica a esa mujer, es Lucy. Fernando le ordena a María que le cuente a Carla sobre su hermana, pero María no puede hacerlo y, en su lugar, dice que ha decidido volver a Colombia. Carla, creyendo que María simplemente siente nostalgia, trata de animarla a que se quede explicándole que, aunque ella extraña su hogar, está orgullosa de enviarle dinero a su familia y agradecida por las oportunidades que su futuro hijo tendrá. Cuando Fernando llama a Carla para hacer los arreglos necesarios y repatriar el cuerpo de Lucy a Colombia, María otra vez trata de explicarle lo sucedido a Carla. Carla, en schock y lamentándose, se da cuenta de que María le ha mentido y las expulsa a ella y a Blanca de su casa.
Entonces las jóvenes se contactan con los matones, quienes, luego de amenazarlas, se llevan las cápsulas y se niegan a pagarles. Sin embargo, cuando María se enfrenta a los matones, les entregan el dinero. Aunque María pide la parte de Lucy para pagar por su entierro, los hombres se niegan. Entonces, María le da a Fernando su propio dinero para enviar el cuerpo de Lucy a casa. Mientras presenta sus respetos en la funeraria, María se despide de Carla y, con Blanca, van al aeropuerto con la intención de volver a casa. Estando a punto de abordar el avión, María, quien lleva en la mano la ecografía de su bebé y la tarjeta de citas de la clínica, decide quedarse.
[Traducción no oficial]
Basado en un caso real, Expreso de medianoche narra la dramática historia de un joven turista estadounidense que intenta sacar ilegalmente dos kilos de hachís de Turquía, pero que es atrapado en el aeropuerto. Es arrestado y por último sentenciado a 30 años en una prisión turca. Billy Hayes (Brad Davis) sufre la dura y violenta realidad del sistema penitenciario de la época. Encuentra esperanza cuando su padre (Billy Kellin) llega desde los Estados Unidos para lograr su liberación. Sin embargo, los esfuerzos de su padre fracasan y el estar continuamente frente a condiciones horribles en prisión, Billy opta por intentar escapar de la cárcel y tomar el «expreso de medianoche» («huir hacia la libertad» en la jerga de los presidiarios).
La película muestra cómo, cuando era joven, la conducta insensata de Billy hizo que estuviera en circunstancias sobre las cuales no tenía ningún control. Los tribunales turcos usaron a Billy Hayes como un ejemplo para otros, y lo sentenciaron a más de 30 años en prisión por tráfico de drogas. Por último, Hayes tenía dos opciones para su liberación: las apelaciones hechas por su abogado, su familia y el Gobierno estadounidense (las cuales no fueron exitosas) o el «expreso de medianoche» (una apuesta peligrosa para intentar escapar).
La película está basada en el libro del mismo nombre, escrito por Billy Hayes acerca de su experiencia. La película estuvo nominada a mejor película y ganó dos premios de la Academia por mejor guion (Oliver Stone) y mejor banda sonora (Giorgio Moroder).