Se arresta y encarcela una gran cantidad de veces a muchos de aquellos que participan en la delincuencia organizada, en comparación con aquellos que cometen los típicos delitos callejeros. La diferencia puede deberse en parte al hecho de que la delincuencia organizada es a menudo una elección de carrera, un camino delincuencial que las personas toman durante cierto tiempo.
Por lo tanto, la delincuencia organizada y los típicos delincuentes callejeros difieren en que la delincuencia organizada es el producto de delincuentes de carrera con relaciones delictivas de larga data, quienes cometen delitos que involucran planificación y organización. Los delincuentes callejeros usualmente cometen delitos contra la propiedad o delitos violentos que involucran menos planificación u organización (Gordon, 2000; Kleemans y de Poot, 2008; Reiss, 1988; Vere van Koppen, de Poot y Kleemans, 2010).
La ausencia comparativa de complejidad en la planificación de delitos hace que los delincuentes callejeros estén más expuestos a ser arrestados con más frecuencia que los de la delincuencia organizada, especialmente cuando los últimos se encuentran en los primeros años de sus carreras delictivas. En la delincuencia organizada, los delincuentes emplean la corrupción para proteger sus empresas delictivas, lo que reduce el riesgo de arresto.