La delincuencia organizada difiere de la mayoría de los otros tipos de delincuencia en que a menudo representa una elección de carrera. Muchos de los que se involucran en actividades delictivas organizadas son delincuentes de larga data. Este no es el caso para muchos otros tipos de conducta delictiva, como la delincuencia juvenil, en los que hay muy pocos delincuentes que cometan delitos frecuentes o graves. De hecho, tal y como se expresa en las Directrices de las Naciones Unidas para la prevención de la delincuencia juvenil (Directrices de Riad), la delincuencia juvenil «con frecuencia (es) parte del proceso de maduración y crecimiento y tienden a desaparecer espontáneamente en la mayoría de las personas cuando llegan a la edad adulta» (Asamblea General de las Naciones Unidas, 1990).
Por lo tanto, mientras que, en su mayoría, la conducta delictiva es espontánea y no involucra mucha planificación, la delincuencia organizada implica organización y racionalidad para que sea rentable y sobreviva a largo plazo. Este elemento de durabilidad es parte de la naturaleza propia de los grupos de delincuencia organizada y a menudo supone que la participación en tales grupos sea una elección delictiva particular.
Tal como se analiza en el Módulo 1,
la Convención contra la Delincuencia Organizada incluye, como parte de su definición de un grupo de delincuencia organizada, la meta de sus participantes, que es «obtener, directa o indirectamente, un beneficio financiero o de otra índole material» en la perpetración de delitos. Por lo tanto, las ganancias son el objetivo máximo de los grupos de delincuencia organizada. No obstante, esto no explica completamente por qué los que participan en grupos de delincuencia organizada utilizan la planificación delictiva y estrategias permanentes durante un período para cometer delitos de manera sistemática.
Se han ofrecido muchas explicaciones acerca de la conducta delictiva, aunque muy pocas teorías sobre ella abordan específicamente las características únicas de la delincuencia organizada: el patrón delictivo de carrera y la naturaleza organizada de los actos delictivos. Este módulo organiza dichas teorías en una tipología de cuatro partes sobre las explicaciones existentes para el delito: positivista, clásica, estructural y ética. Se utilizan estudios de caso para mostrar cómo estas explicaciones pueden aplicar a instancias individuales de la delincuencia organizada.