La delincuencia organizada se caracteriza por la naturaleza de la conducta delictiva y por la estructura del grupo delictivo. De acuerdo con la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada, «un grupo delictivo organizado» se define usando cuatro criterios:
Las tres categorías de delitos cometidos por estos grupos incluyen la provisión de servicios ilícitos, la provisión de bienes ilícitos y la infiltración de negocios o Gobiernos legítimos. La infiltración en negocios o Gobiernos legítimos se distingue de la provisión de bienes y servicios ilícitos con mayor claridad por el uso característico de amenazas extorsivas. Para llevar a cabo estas actividades, los grupos delictivos organizados se organizan de diferentes maneras, a menudo dependiendo de las oportunidades.