En 2011, el Grupo de Supervisión para Somalia y Eritrea del Consejo de Seguridad estimó que entre nueve y once millones de sacos de carbón natural se exportaron desde Somalia, en consecuencia, Al Shabab habría generado ingresos anuales de más de USD 25 millones. El año siguiente, en 2012, el Grupo de Supervisión estimó que el índice de exportación había incrementado a 24 millones de sacos al año, lo que representaba un valor de mercado internacional total de entre USD 360 millones y USD 384 millones. Al Shabab se beneficia de los ingresos generados en los lugares de producción de carbón vegetal, de los puestos de control en las rutas de transporte y de las exportaciones.Al Shabab presuntamente usa los impuestos del tráfico ilícito de carbón vegetal para financiar sus operaciones diarias y para pagar los salarios de sus combatientes. Asimismo, hay pruebas que indican que estos ingresos se invierten en la compra de armas.
El comercio ilícito de la exportación de carbón vegetal está estrechamente vinculado a la importación de azúcar a áreas controladas por Al Shabab. Muchas embarcaciones descargan azúcar para después cargar carbón vegetal. De manera conservadora, el Grupo de Supervisión para Somalia y Eritrea del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas estima que el volumen total de las importaciones de azúcar al sur de Somalia es de entre 20 000 y 40 000 toneladas métricas por año. El azúcar se contrabandea a países vecinos, en especial a Kenia. Según el Grupo de Supervisión, las redes delictivas bien organizadas vinculadas a Al Shabab se benefician de la permeabilidad de la frontera con Kenia para ingresar azúcar de contrabando, al igual que armas y personas. Las autoridades de Kenia también han descubierto armas ligeras y municiones camufladas en algunos envíos de azúcar. Muchas de las personas involucradas son empresarios bien establecidos e inversionistas de bienes raíces. Presuntamente, existe un «tratado comercial» oportunista y de beneficio mutuo entre estas redes delictivas y Al Shabab. Los impuestos de importación de este negocio representan una ganancia estimada de entre USD 400 000 y USD 800 000 al año para Al Shabab, aunque se dice que este estimado es conservador. En su informe de 2016, el Grupo de Supervisión observó un estimado afirmando que el volumen del comercio ilícito de azúcar podría ser de hasta 230 camiones por semana. Esto equivale a alrededor de entre USD 12 millones y USD 18 millones en ganancias al año para Al Shabab. Al Shabab genera ingresos de los impuestos al comercio ilícito de azúcar en los puestos de control, puertos y cruces de frontera (UNSC, 2016).
La conexión entre Al Shabab y el contrabando de azúcar saltó a la palestra en Kenia en 2014. Después del ataque de Al Shabab a la Universidad de Garissa, el Gobierno de Kenia emitió una lista confidencial de 30 personas a quienes acusaba de estar «involucradas en el contrabando de azúcar» y cuyas cuentas habían sido congeladas respectivamente. Las fuerzas de seguridad de Kenia, en respuesta, implementaron medidas severas contra el comercio de azúcar en los campos de refugiados en Dadaab; además, el Servicio de Inteligencia de Kenia creó la «unidad contra el contrabando de azúcar». A mediados de abril de 2015, esta unidad arrestó a seis contrabandistas de rango medio en los campos de Dadaab.
Las ganancias del comercio de azúcar se pueden usar para lavar contribuciones voluntarias a Al Shabab por medio de la facturación fraudulenta, la sobrevaloración de los ingresos por importaciones y la subvaloración de las exportaciones.
El EIIL es considerado el grupo terrorista más rico, con un movimiento de alrededor de USD 2 mil millones en el 2015, una proporción substancial que fue el resultado del tráfico de petróleo. El EIIS venía produciendo hasta 75 000 barriles diarios y generaba ingresos de USD 1,3 millones por día (Institute for Economics and Peace, 2017). Sin embargo, entre 2015 y 2017, el EIIS sufrió pérdidas de territorios y, por ende, también de ingresos y ganancias provenientes del petróleo. Se estima que las ganancias del EIIS han disminuido de USD 81 millones al mes en 2015 a USD 16 millones al mes en 2017. De manera similar, se informa que el Frente Al Nusra frecuentemente recauda fondos mediante la venta de petróleo entre otros métodos (Institute for Economics and Peace, 2017).