El riesgo y la amenaza deben diferenciarse ya que son conceptos diferentes. El riesgo es el producto de la probabilidad de un evento (es decir, la probabilidad de que ocurra, o una amenaza) y sus consecuencias o gravedad (es decir, el daño producido).
Cuando se conoce la probabilidad de ocurrencia de un evento (amenaza) y el grado de daño asociado (su gravedad), se puede llevar a cabo una evaluación de riesgos. Este proceso se ilustra en la figura 5.3. Por lo tanto, la evaluación de riesgos incluye medidas en materia de amenaza y daño. Los datos específicos de un lugar determinado y el contexto social son fundamentales para una evaluación exacta de riesgos.